Madrid y el cine: Trampantojos (1)

Institutos médicos que son facultades, conventos que son cárceles, clínicas que son faros... El cine engaña a nuestro ojo, o más bien a nuestra percepción (pues vemos lo que vemos) al elegir ciertas localizaciones.

Es el caso del convento de las Comendadoras de Santiago en la comedia  Fulano y Mengano (1959), una película un tanto ñoña a ratos pero con unos estupendos intérpretes y, sobre todo, un indudable interés sociológico, a lo que se añade, para los interesados en la ciudad de Madrid, una variedad de localizaciones interesantes. Eudosio y Carlos, los protagonistas, están en la cárcel por delitos que no han cometido y allí se hacen amigos. Cuando los liberan, vemos su salida de la supuesta prisión, que no es otra que el mencionado convento:


Fulano y Mengano
Fulano y Mengano (Joaquín Luis Romero Marchent, 1959)


Bien es cierto que este convento se usó como cárcel durante la guerra civil y en los años 40. ¡Quizá de ahí le vino la idea a quien decidió esta localización!

En las imágenes de la película podemos observar ciertos detalles curiosos: el puesto, quizá de melones y sandías, con su precario toldo; la torre de electricidad en medio de la plaza; y, sobre todo, que las buhardillas que hoy vemos en el convento no existían cuando se rodó la película. Compara el edificio con esta imagen de Google Maps de abril de 2022:




Nuestro siguiente trampantojo es el Institute of Neuroscience de una ciudad anglosajona no especificada, en la que se desarrolla la película La cara del terror (1962) (porque en esa época todas las películas de terror se ambientaban fuera de España, ya que era impensable que en España pudieran suceder tales cosas). En el instituto está internada Norma, que, a causa de un accidente, tiene la cara horriblemente deformada. Se trata de una película del subgénero terror de cirugía plástica, con importantes antecedentes como la magnífica Los ojos sin rostro (Georges Franju, Francia, 1960), que sirvió de inspiración a Pedro Almodóvar en su película La piel que habito (2011).


La cara del terror
La cara del terror (Isidoro M. Ferry, 1962)

Pues bien, este instituto es, en realidad, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, ubicada en la Ciudad Universitaria, en la avenida Juan de Herrera. Una escuela que se inauguró en junio de 1936 y por supuesto, situada como estaba en la primera línea de frente durante la guerra civil, sufrió importantísimos destrozos y tuvo que ser reconstruida y reinaugurada en los años 40. Un edificio que, por cierto, merece una visita.

Norma, la interna de este supuesto instituto, busca la ayuda de un cirujano plástico que ofrece una nueva técnica no muy experimentada, y aquí empiezan el suspense y el terror... 

Y es que en el cine las deformaciones faciales han estado unidas muchas veces al suspense, a la intriga, al miedo. Y aquí encontramos nuestro tercer trampantojo, en la ya legendaria Abre los ojos (1997). El protagonista, el joven, guapo y rico César, como Norma, tiene su rostro monstruosamente deformado tras un accidente. La piel de su cara resultó devastada y los médicos, tras operarle, solo han conseguido que tenga al menos una cara.

En una lujosa clínica privada, César discute y se enfada con el equipo de cirujanos, que no le ofrecen ninguna opción:

Abre los ojos
Abre los ojos (Alejandro Amenábar, 1997)

El fondo de la ciudad que se ve en esta escena a través de las enormes cristaleras delata al edificio donde realmente se rodó: en el Faro de la Moncloa, en esa plataforma circular superior desde donde se puede observar toda la ciudad.


Tres trampantojos, tres estupendos engaños, y muchos más que vendrán...

Referencias:

- Felipe Rodríguez Torres (2019): "Entre el homenaje y la reconstrucción", disponible en https://revistamutaciones.com/la-piel-que-habito-y-los-ojos-sin-rostro/

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