Madrid y el cine: Cuesta de Moyano
Margarita (Enrique Torán, 1959) Cuando en este cortometraje las dos chicas, que están haciendo pellas, pasan por la Cuesta -y, como casi todo el mundo que pasa por allí, no resisten la tentación de echar un vistazo-, las casetas de la que Ramón Gómez de la Serna llamó la feria del boquerón no tenían ni agua, ni electricidad ni teléfono. Consiguientemente, tampoco había aseos para los libreros. Y esto era así desde 1925, primer año de esta feria fija del libro cuyas distintivas casetas fueron diseñadas por el arquitecto municipal Luis Bellido. ¿Por qué el sobrenombre feria del boquerón ? Porque en aquella época los libros se vendían a quince céntimos, el mismo precio que tenían los boquerones. Y son estos atractivos precios los que hacen irresistible a este lugar. Pero no todos los personajes cinematográficos vienen a la Cuesta en busca de libros baratos. En la comedia Trampa para Catalina (1961), el señor Cayetano -vecino de Catalina y librero de reventa, pero ...