Madrid y el cine: El Ruedo

Es conocida la afición de los madrileños a poner motes a los edificios que les llaman la atención, especialmente por su forma: desde el Pirulí hasta la Peineta, pasando por la Corona de Espinas. Y hoy nos vamos a ocupar de otro de ellos: el conocido popularmente como el Ruedo, sobrenombre dado, se dice, por su forma circular.

Y es que lo que la mayoría de la población de Madrid conoce de este edificio ubicado en el distrito de Moratalaz es su vista a la M-30: una mole de ladrillo visto con infinitos ventanucos y perfil redondeado. Es la que nos ofrece el drama romántico Carmen y Lola (2018), cuando Lola, una de las dos chicas gitanas protagonistas de esta historia, atraviesa la pasarela que une Moratalaz con el distrito de Retiro:

Carmen y Lola (Arantxa Echevarría, 2018)

El edificio, no obstante, no es circular ni se parece en nada a un ruedo. Es más bien una espiral, un clip cuyo extremo exterior alguien hubiera separado un tanto del resto:

Por esa abertura pueden entrar los coches, como el del expolicía protagonista del drama Rincones del paraíso (1996), que una vez dentro nos descubre una fachada interior muy diferente de la exterior:

Rincones del paraíso (Carlos Pérez Merinero, 1997)

La noche no nos permite apreciar el estallido de colores que nos espera al entrar en el Ruedo, pero lo veremos ahora mismo en la que probablemente fue la primera película rodada allí, la comedia romántica Amo tu cama rica (1991). El edificio se construyó a finales de los 80 y en 1990 empezó a habitarse, así que dudo que haya alguna película anterior.

El tímido Pedro, protagonista de esta película, ha empezado a trabajar como cobrador del Frac. Su primera misión lo lleva al Ruedo:

Amo tu cama rica (Emilio Martínez-Lázaro, 1991)

Tiene que cobrar una deuda en un local utilizado por la academia de ballet Torlatto, pero sus responsables, padre e hija, consiguen darle esquinazo saliendo por otra puerta. Pedro se da cuenta y los sigue por el jardín interior del edificio, pero a la primera palabra enfadada de la mujer se rinde. Está claro que no se le va a dar bien este oficio.

Amo tu cama rica (Emilio Martínez-Lázaro, 1991)

No solo no consigue cobrar la deuda sino que termina haciéndose amigo de la familia e intentando ayudarles. Y es así como vuelve al Ruedo y podemos verle también en el interior de uno de los pisos:

Amo tu cama rica (Emilio Martínez-Lázaro, 1991)

Las coloridas formas geométricas de la fachada interior destacan más aún en la comedia romántica La gran vida (2000). En el Ruedo vive Lola, una inmigrante latinoamericana (¡la mismísima Salma Hayek!) de la que se ha enamorado el protagonista:

La gran vida (Antonio Cuadrí, 2000)

Edificio polémico por muchas causas pero indudablemente llamativo. Le deseo un buen futuro social y cinematográfico.