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Margarita (Enrique Torán, 1959) |
Cuando en este cortometraje las dos chicas, que están haciendo pellas, pasan por la Cuesta -y, como casi todo el mundo que pasa por allí, no resisten la tentación de echar un vistazo-, las casetas de la que Ramón Gómez de la Serna llamó la feria del boquerón no tenían ni agua, ni electricidad ni teléfono. Consiguientemente, tampoco había aseos para los libreros. Y esto era así desde 1925, primer año de esta feria fija del libro cuyas distintivas casetas fueron diseñadas por el arquitecto municipal Luis Bellido.
¿Por qué el sobrenombre feria del boquerón? Porque en aquella época los libros se vendían a quince céntimos, el mismo precio que tenían los boquerones. Y son estos atractivos precios los que hacen irresistible a este lugar.
Pero no todos los personajes cinematográficos vienen a la Cuesta en busca de libros baratos. En la comedia Trampa para Catalina (1961), el señor Cayetano -vecino de Catalina y librero de reventa, pero fuera de la Cuesta- y DKV y Tuliqui, amigos de la protagonista, han quedado aquí con unos señores ricos que tienen interés en ofrecerle un extraño trabajo a Catalina y que creen que lo conseguirán por su mediación. Cayetano les dijo por teléfono que llevaría unos libros en los brazos para que le reconocieran. Le pide a DKV que despiste al librero para poder llevarse unos libros, y DKV le pregunta al librero si tiene novelas verdes, lo que hace que este se retire al interior del puesto, donde las tiene escondidas. Esto le permite a Cayetano coger los libros, con los que se dirige hacia el coche que le espera.
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Trampa para Catalina (Pedro Lazaga, 1961) |
Una década después, parte de la pandilla que protagoniza Adiós, cigüeña, adiós (1971) viene a la Cuesta buscando algo sobre un tema muy concreto: el embarazo. Paloma, la protagonista, ya está embarazada y empieza a sentir molestias. Pero los libros que se llevan terminan no sirviéndoles para nada, pues tienen una orientación religiosa o dan consejos poco prácticos. Cosas de la época.
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Adiós, cigüeña, adiós (Manuel Summers, 1971) |
Por el contrario, el poco convencional trío amoroso que se forma en El diputado (1978) mira los puestos sin ningún objetivo determinado, que es lo que suele hacer la mayoría.
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El diputado (Eloy de la Iglesia, 1978) |
Manolita, la hija de la familia que protagoniza Las bicicletas son para el verano (1984), quiere ser actriz. Estamos en los días previos a la guerra civil y Manolita está buscando obras de teatro, asediada por Julito, vecino suyo, que no la deja en paz aunque a ella no le gusta:
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Las bicicletas son para el verano (Jaime Chávarri, 1984) |
Y a todo esto, las casetas seguían sin agua y sin electricidad. Solo a finales de los 80, tras una remodelación, consiguieron esos servicios tan básicos para el bienestar de los libreros.
Es decir, que cuando Tristán -protagonista de La buena vida (1996) cuyo nombre alude a sus tristes circunstancias- va a la Cuesta con su profesora de literatura, la vida de los que allí trabajaban había mejorado bastante. Ya han muerto los padres de Tristán, vive con su abuelo, y cada vez más los libros y su profesora se van convirtiendo en su apoyo más importante.
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La buena vida (David Trueba, 1996) |
En lo que llevamos visto ya se aprecia que la presencia de los libreros apenas tiene relevancia en el cine, pues los protagonistas de estas escenas son los clientes o simples paseantes que de paso echan un vistazo. Una excepción es la extraña película Niño nadie (1997), con varias escenas rodadas en esta calle porque la protagonista, Asun -interpretada por la directora Icíar Bollaín-, trabaja encuadernando libros para los puestos. Aquí los libreros hasta tienen frase.
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Niño nadie (José Luis Borau, 1997) |
Comenzamos el siglo XXI con Las razones de mis amigos (2000). Tres amigos, Carlos, Marta y Santiago, se reúnen periódicamente para comer en la taberna del Maño, en la calle de la Palma, pero hoy Santiago no ha podido venir. Carlos y Marta deciden dar un -parece que largo- paseo después de comer y aparecen en la Cuesta, donde hojean los libros pero sin prestarles ninguna atención, pues hablan de algo que les interesa más en ese momento: Carlos les pidió un préstamo a sus dos amigos y ahora no lo puede devolver en la fecha acordada. Se ven nubarrones en esta relación de amistad.
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Las razones de mis amigos (Gerardo Herrero, 2000) |
Lola Cercas, la protagonista de Soldados de Salamina (2003), viene desde Gerona hasta Madrid siguiendo el rastro de una historia acaecida durante la guerra civil. Va a la Biblioteca Nacional en busca de documentación y prueba suerte también en la Cuesta.
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Soldados de Salamina (David Trueba, 2003) |
También acude a la Cuesta la protagonista del drama Camino (2008) con sus padres; parece que es una mañana de un fin de semana. Allí, levantará la vista de los libros y verá un momento a un chico de su edad, Cuco, del que se enamorará inmediatamente. Así, Camino tendrá que enfrentarse próximamente a dos grandes novedades en su vida: el amor y la muerte.
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Camino (Javier Fesser, 2008) |
Adela, la protagonista del inquietante cortometraje Estocolmo (2010) va a la Cuesta, donde mira por encima algunos libros y discos mientras espera que termine su función Miguel, que colabora con unos amigos en un grupo de titiriteros. Adela y su padre viven juntos, dan clases de piano y tienen una relación muy especial, en la que sin querer va a intervenir la hermana pequeña de Miguel.
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Estocolmo (Juan Francisco Viruega, 2010) |
Daniel, el protagonista de la comedia metafílmica Ilusión (2013) viene a la Cuesta después de despedirse él mismo, en su primer día de trabajo, de la librería Ocho y medio, en la que se ha negado a venderle unas películas a una mujer porque a él no le gustan. Lo vemos salir corriendo de la librería y caminar meditabundo por la Cuesta; una vez allí, mira libros y elige uno: Walden. Life in the Woods, de Henry David Thoreau. Con él se dirige al parque del Retiro y pasa toda la tarde leyéndolo. Un buen título para una persona soñadora e imaginativa como él, que pretende hacer una película musical sobre los pactos de la Moncloa.
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Ilusión (Daniel Castro, 2013) |
En el corto Amor de Dios (2016), Paula viene a Madrid a pasar la última semana de verano con su amigo Edu. No sabemos qué libro ha comprado Paula, pero parece que a Edu no le convence mucho:
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Amor de Dios (Jordi Núñez, 2016) |
Por lo general, las escenas rodadas en esta calle, peatonal solamente desde 2007, se concentran en la acera de las librerías. No es así en la serie El Ministerio del Tiempo (cuarta temporada, capítulo cuarto, 2020): los agentes del ministerio Lola Mendieta y Julián Martínez tratan de descubrir quién está robando cuadros del Museo del Prado -entre ellos Las Meninas- aprovechando su traslado para ponerlos a salvo durante la guerra civil. En la escena vemos a Lola caminar junto a la valla del palacio de Fomento; a su lado camina un hombre con el que tuvo una relación amorosa, y al que se ha encontrado de nuevo en el túnel del tiempo.
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El Ministerio del Tiempo (Javier Olivares et alii, 2020) |
En el cortometraje Match (2022), Julia lleva varios intentos frustrados de encontrar pareja -chica o chico- a través de Tinder, cuando finalmente va a la Cuesta de Moyano y compra el libro El algoritmo del amor. Un viaje a las entrañas de Tinder, de Judith Duportail. Se sienta en un banco en el otro lado de la calle. Una guapa chica de su edad se sienta a su lado sonriente y abre también su libro; ambas miran de reojo el libro de la otra. ¡Es el mismo! ¡Match!
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Match (Julia Parra, 2022) |
De amores trata también la comedia romántica Eres tú (2023), en la que Javier y Lucía -la pareja del mejor amigo de Javier- pasean por allí hablando de sus cosas:
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Eres tú (Alauda Ruiz de Azúa, 2023) |
Las últimas y quizá más bellas imágenes de la Cuesta aparecen en el drama Cerrar los ojos (2023), cuando Miguel Garay, exdirector de cine que hizo también sus pinitos literarios, va a comprar algunos libros. Primero pregunta por Caligrafía de los sueños, de Juan Marsé, que finalmente compra; después, curioseando, se encuentra con un libro escrito por él mismo hace muchísimos años, la primera de sus tres novelas: Las ruinas, título que presagiaba quizá su presente. Cuando ve que se trata del ejemplar que él mismo le regaló y dedicó a Lola, una mujer de la que estuvo muy enamorado, lo compra. Qué triste, triste hallazgo.
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Cerrar los ojos (Víctor Erice, 2023) |
La feria del libro de la Cuesta de Moyano cumple en 2025 cien años. Celebrémoslo paseando por ella y comprando en sus bonitas casetas. Solo así nos aseguraremos otros cien años de imágenes cinematográficas.
Añado una joya, «HOMBRE ACOSADO», 1951, de Pedro Lazaga. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, anotado queda
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