Madrid y el cine: Corral de la Morería

Es el Corral de la Morería, inaugurado en 1956, el superviviente de la época dorada de los tablaos de Madrid, que duró un par de décadas como fenómeno cultural no turistificado (aunque a ellos acudían también los turistas), y que se reflejó, naturalmente, en el cine.

Pocos años después de su apertura, lo encontramos en varias escenas del excelentemente interpretado drama A las cinco de la tarde (1961), una visión crítica del mundo taurino:


Madrid y el cine: Corral de la Morería

Madrid y el cine: Corral de la Morería
A las cinco de la tarde (Juan Antonio Bardem, 1961)

En la cabecera del escenario o tablao propiamente dicho, detrás de la actriz y de la bailaora, vemos un lienzo que es seña de identidad de este lugar: el cuadro Pelando la pava, del pintor costumbrista Juan Barba (1915-1982). El cuadro (que no es un mural) fue restaurado in situ en 2021 por personal y estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense aprovechando el parón de la pandemia.

Delante de él han actuado muchos músicos, cantaores y bailaores de lo mejor del flamenco. Frente a él se han sentado personas famosas del mundo entero. Y claro, los muchos actores que han participado en películas rodadas allí.

Como los que vemos en la muy madrileña comedia Trampa para Catalina (1961), de tonto argumento pero realización e interpretación sólidas, que nos permita observar también cómo es la sala:


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Trampa para Catalina (Pedro Lazaga, 1961)

Pasamos ya a la era del color y encontramos también aquí a los personajes de la coproducción hispano-argentina Tú y yo somos tres (1962), una comedia de enredo flojísima basada en el manido asunto de las confusiones entre hermanos gemelos, pero que nos ofrece esta hermosa visión del Corral de la Morería:


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Tú y yo somos tres (Rafael Gil, 1962)

Seguimos con comedias de los años 60 y con lo que parece una competición para ver qué argumento resulta más inane y manido. Un caballero salido de una foto de los años 20 toma vida para intentar convencer a un periodista de los 60 de que la vida era mucho mejor en su época; el caballero tiene el carné de conducir número 17 de Barcelona y quiere comprarse un coche, para lo cual caballero y periodista se encuentran en el tablao con un amigo de este último. Todo esto ocurre en la insulsa comedia Hoy como ayer (1966):


Madrid y el cine: Corral de la Morería

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Madrid y el cine: Corral de la Morería
Hoy como ayer (Mariano Ozores, 1966)

En la misma tónica, la comedia musical y folclórica Los celos y el duende (1967) nos presenta a Julio, dueño de un tablao, un hombre que tiene tanto éxito con las mujeres que, para quitárselas de encima, les da el nombre y la dirección de un amigo. Para los amantes del flamenco, esta boba comedia puede tener el aliciente de ver actuar a cantantes como Flor de Córdoba o Porrinas de Badajoz.

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Madrid y el cine: Corral de la Morería
Los celos y el duende (Silvio F. Balbuena, 1967)


En esta película, el cuadro Pelando la pava cobra su propio protagonismo cuando la cámara se centra en él al final de una escena. Así podemos apreciar el significado literal del título de esta obra, y luego pensar en posibles significados más relacionados con el modismo pelar la pava, que hasta hace un tiempo se usaba para describir la acción de conversar con intimidad e intención de seducir, pero que hoy los más jóvenes usan con otro significado: perder el tiempo, no hacer nada de provecho.


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Los celos y el duende (Silvio F. Balbuena, 1967)


Del mismo año, 1967, el drama Último encuentro resulta bastante más interesante. Su protagonista, un hombre de origen humilde que ha conseguido llegar a ser un bailarín afamado, es interpretado por Antonio Gades, que, si bien no era un actor muy expresivo, nos regala magníficas escenas de baile.


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Último encuentro (Antonio Eceiza, 1967)

Volvemos a la comedia popular, ya en los 70, y de nuevo a los argumentos tópicos y reutilizables: una joven, Benita, viene de su pueblo buscando el amor y nuevas experiencias. Con la ayuda de su vecina Dolly se introduce en diferentes ambientes; entre ellos, los del Corral de la Morería, a donde ambas van a trabajar de correturnos, teóricamente para hacer bulto dando palmas. Es la comedia La graduada (1971):


Madrid y el cine: Corral de la Morería

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Madrid y el cine: Corral de la Morería
La graduada (Mariano Ozores, 1971)

Los argumentos taurinos y flamencos, tan populares en las décadas anteriores, van perdiendo vigencia, y con ellos la pierden los tablaos como escenarios cinematográficos. Aunque un director de la talla de Carlos Saura mantuvo la presencia de este arte en el cine con magníficas películas a lo largo de los años, no usó los tablaos como escenarios de sus obras.

El Corral de la Morería vuelve a aparecer en el interesante drama romántico Alma gitana (1995), que nos cuenta la historia de amor de una gitana y un payo. Él trabaja de camarero pero de vez en cuando baila en un tablao; y aquí lo vemos, actuando, mientras detrás la pareja del cuadro sigue pelando la pava:


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Alma gitana (Chus Gutiérrez, 1995)

Aunque los tablaos ya no aparezcan tanto en el cine como en décadas pasadas, ahí sigue el Corral de la Morería, tan vibrante como siempre. Larga vida a este lugar tan emblemático del arte flamenco y de la ciudad de Madrid.


Para saber más:

Fernández, Jaime (2021): Bellas Artes restaura "Pelando la pava", el icónico cuadro del Corral de la Morería. Tribuna Complutense.


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