Madrid y el cine: Antiguas boleras

Desde hace mucho tiempo se oye insistentemente que la bolera más antigua de Madrid es la de la estación de Chamartín (y si hacemos una búsqueda en Internet podremos comprobar que es una información que perdura, a pesar de ser totalmente falsa).

La bolera de Chamartín se abrió en 1979, pero las boleras eran ya bastante populares en los años 50 y 60, a juzgar por las apariciones de este tipo de escenarios en el cine. 


Era frecuente encontrar boleras formando parte de algún complejo de ocio o cultural. Por ejemplo, había boleras americanas en el Club Piscina Stella, abandonado, desafortunadamente, desde hace años. Lo vemos en la señalización que aparece detrás del protagonista de la película policiaca ¡Hombre acosado! (1952), en una de las escenas clave:


¡Hombre acosado!
¡Hombre acosado! (Pedro Lazaga, 1952)

Había también una bolera en la planta baja del edificio del Círculo de Bellas Artes, aproximadamente donde hoy está el teatro del mismo nombre: la bolera Bellas Artes. Aparece en la película Madrugada (1957), un drama basado en una obra teatral de Antonio Buero Vallejo. En este fotograma vemos la entrada a la izquierda:


Madrugada (Antonio Román)
Madrugada (Antonio Román, 1957)

Acaba de morir el célebre pintor Torres, socio de honor del Círculo de Bellas Artes, y el doctor que lo ha atendido va al Círculo a avisar del fallecimiento a la junta directiva. Llega en coche y utiliza la antigua entrada de carruajes, que actualmente no existe.

Es la justificación para uno de los dos exteriores de la película, que, como casi todas las basadas en obras teatrales, transcurre principalmente en interiores. Con una buena fotografía y a pesar de algunas interpretaciones excesivamente teatrales, Madrugada es una de esas películas desconocidas de los años 50 y 60 que merece la pena ver.


En el sótano de otro local cultural, en este caso un cine, se encontraba la Bolera Club Bulevar, en la calle Alberto Aguilera, 56. A ella acude el protagonista de la tonta comedia La vida en un bloc (1956). Nicomedes Gutiérrez, médico en un pueblo de Zamora, vive volcado en su trabajo y, cuando decide casarse con la maestra, piensa que antes de hacerlo debe irse tres meses a Madrid a tener ciertas experiencias de la vida de las que carece, porque quien de joven no trotea, de viejo galopea. Y así es como llega a la ciudad, en la que frecuenta bares, salas de fiestas y la bolera Bulevar, que se anuncia con un luminoso de neón, tan representativo de la época:


La vida en un bloc
La vida en un bloc (Luis Lucia, 1956)

La escena nos permite también ver el interior, con un ambiente bastante exclusivo, de clases pudientes:

La vida en un bloc
La vida en un bloc (Luis Lucia, 1956)

De su ubicación en los bajos del cine da testimonio una comedia de atracadores, La pandilla de los once (1961), de las muchas que se hicieron en la época parodiando el género estadounidense de las películas de gángsteres. Cuando la pandilla simula la muerte y posterior entierro de su jefe, pasa con su féretro delante del cine Bulevar y podemos atisbar a la derecha un trocito del letrero de neón que anunciaba la entrada a la bolera:


La pandilla de los once
La pandilla de los once (Pedro Lazaga, 1961)

También en los bajos de un cine, el desaparecido Benlliure, en la calle Alcalá esquina con Fernán González, estaba la bolera Stadium. Allí acuden dos estudiantes de enfermería; una de ellas tiene un grupo de amigos bastante pijo que la frecuenta. Es una escena de la película Escuela de enfermeras (1968), del subgénero comedia universitaria, tan popular en esta década.

Escuela de enfermeras
Escuela de enfermeras (Amando de Ossorio, 1968)

Escuela de enfermeras
Escuela de enfermeras (Amando de Ossorio, 1968)

En la bolera Stadium se desarrolla también una escena del comienzo de la comedia landista Amor a la española (1967). Paco, empleado del aeropuerto, se ha prendado de Ingrid, una turista sueca que ha quedado varada en Madrid durante una noche. La lleva a tomar algo a la bolera a la que suele ir con sus amigos, que quedan estupefactos cuando ven a la disonante pareja:

Amor a la española
Amor a la española (Fernando Merino, 1967)


Ingrid prueba a hacer una tirada y derriba todos los bolos:


Amor a la española
Amor a la española (Fernando Merino, 1967)



Paco prueba después y no derriba ni uno, a pesar de su aire de experto:


Amor a la española
Amor a la española (Fernando Merino, 1967)


Pero esto da igual. Su historia continuará en Torremolinos, y terminará bien...


Tampoco faltaban en Madrid en estas décadas las boleras al aire libre. En la comedia rosa Las muchachas de azul (1957), algunos de los pretendientes de las muchachas del título, dependientas de Galerías Preciados, pasan un rato de ocio en la bolera del Parque Sindical:


Las muchachas de azul
Las muchachas de azul (Pedro Lazaga, 1957)


En otra zona de la ciudad, en una escena que transcurre en la entonces sala de fiestas Villa Rosa (hoy junta municipal del distrito de Hortaleza), encontramos, en el interior del bar, un anuncio de la bolera Club Frigo Casuca, que estaba ubicada en la Granja Frigo la Casuca. La película, 15 bajo la lona (1959), es un típico subproducto de la época que se centra en mostrar la "sana camaradería" que existe en el ejército, narrando la historia de quince universitarios que hacen el servicio militar en las milicias universitarias.  


15 bajo la lona
15 bajo la lona (Agustín Navarro, 1959)

Nuestro último local de hoy, ubicado en el número 21 de la calle Montera, es la bolera Montesol, que aparece en una película policiaca muy representativa del género en esa época, Armas contra la ley (1961). En esta coproducción hispano-italiana, un misterioso patrón (con todas sus connotaciones mafiosas) recluta a varios hombres para formar un equipo que atraque una joyería de la Gran Vía.


Armas contra la ley
Armas contra la ley (Ricardo Gascón, 1961)

Dentro del coche, oculto, está el patrón. Saliendo de la bolera, un estudiante, el hombre al que busca y al que va a chantajear -gracias a que le debe dinero- para que participe en el atraco. 

A pesar del final previsible (como por otro lado, ocurre en casi todas las policiacas de la época), la película se deja ver. Y además, también ella nos deja ver el interior de la bolera:


Armas contra la ley
Armas contra la ley (Ricardo Gascón, 1961)

Es evidente, con tan abundantes ejemplos, que a pesar de que el cine tantas veces nos engaña con sus numerosos trucos, en este caso es testimonio de que los bolos entretuvieron a las generaciones anteriores tanto o más que a las actuales.


Agradecimientos:

A las personas del grupo de Facebook Madrid en blanco y negro que me ayudaron con la localización de la bolera Bulevar. A Alfredo Garrote Martínez, que me dio la pista de la aparición de una bolera en la película Las muchachas de azul. Y a Alfredo Sanz, que me la dio también sobre la película Amor a la española.

Para saber más:

Alice Silver (2021): Bolera Club Frigo Casuca (hilo de Twitter)


Comentarios

  1. ¿Donde podemos ver "Madrugada" por favor?

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  2. Ya. en Flix Olé ahora que me he dado de baja por que me abu.

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    1. Hola, Alfredo:

      Efectivamente, ahora solo se puede ver en Flix Olé. La pusieron hace un año en RTVE pero ya no está disponible.

      Saludos

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