Madrid y el cine: Una ciudad, mil lugares

Segovia. La taberna Boar's Head en Inglaterra. Un café de Roma. Una estación de tren de Pekín. El Palais de Castille de París. Una universidad de Estados Unidos. Todo eso y mucho más ha sido Madrid en el cine. Veamos algunos ejemplos por orden cronológico.


En la película muda Una extraña aventura de Luis Candelas (1926), el protagonista se va de Madrid a Segovia. Pero realmente se va al Palacio de Godoy, hoy colegio Amorós, en el barrio madrileño de Carabanchel. Aquí podemos ver la entrada y la fachada del edificio:


Una extraña aventura de Luis Candelas
Una extraña aventura de Luis Candelas (José Buchs, 1926)

También hay escenas que se desarrollan en la parte del edificio que da al antiguo jardín y en el propio jardín:

Una extraña aventura de Luis Candelas
Una extraña aventura de Luis Candelas (José Buchs, 1926)


En la película La patrulla (1954), uno de sus protagonistas -un grupo de excombatientes del bando nacional- se encuentra en Roma. La escena se desarrolla en un café que resulta muy fácil de identificar: se trata de La Pecera, el café del Círculo de Bellas Artes.


Madrid y el cine: La patrulla
La patrulla (Pedro Lazaga, 1954)

Unos años más tarde, en otra película española, ¿Dónde vas, Alfonso XII? (1959), nos vuelven a "engañar" con el palacio. Lo que se supone que es el Palais de Castille de París, el palacio en el que vivió Isabel II en el exilio (y que hoy es un hotel de lujo), en realidad es el palacio de Fernán Núñez de la calle Santa Isabel, hoy sede de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles:

Madrid y el cine: ¿Dónde vas, Alfonso XII?
¿Dónde vas, Alfonso XII? (Luis César Amadori, 1958)

Volvemos al barrio de Carabanchel, porque la taberna Boar's Head de la película Campanadas a medianoche no está situada en ningún lugar de Inglaterra, sino en una nave cercana a la antigua y desaparecida plaza de toros de Vistalegre:


Madrid y el cine: Campanadas a medianoche
Campanadas a medianoche (Orson Welles, 1965)

Un ejemplo más de la versatilidad cinematográfica de Madrid, y un ejemplo también más exótico, lo encontramos en la película Pánico en el Transiberiano (1972), una coproducción anglo-española de terror y ciencia-ficción. En ella, la antigua estación ferroviaria de Delicias (que había dejado de usarse como tal solo tres años antes y que actualmente es Museo del Ferrocarril) se convierte en una estación en la concesión rusa de Pekín a principios del siglo XX:


Madrid y el cine: Pánico en el Transiberiano
Pánico en el Transiberiano (Eugenio Martín, 1972)


La verosimilitud de la escena está reforzada mediante el atrezzo, dentro del cual destaca el paisaje lingüístico:


Madrid y el cine: Pánico en el Transiberiano
Pánico en el Transiberiano (Eugenio Martín, 1972)


Y un último ejemplo, también de una película de terror: en Mil gritos tiene la noche (1982), la acción se desarrolla en la universidad de Boston (USA). El escenario real, al menos los exteriores, es el edificio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la calle Serrano, número 117:


Madrid y el cine: Mil gritos tiene la noche
Mil gritos tiene la noche (Juan Simón Piquer, 1982)

Este edificio, por cierto, aparece también en una escena de la magnífica película Muerte de un ciclista de Juan Antonio Bardem. Pero esa es otra historia, para otro día...

Bibliografía


- Antequera Delgado, Antonio Jesús (2018): Cuando la memoria se fija en el espacio: patrimonio identitario e invisible en los núcleos urbanos anexionados a Madrid entre los años 1948-1954. Tesis doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. Disponible en https://oa.upm.es/52614/.



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